martes, 31 de marzo de 2009

Ella volaba


Ella danzaba
en la espesura de sus lágrimas,
y brisas volátiles
acariciaban su alma.
Ella sentía estrellas
iluminando cada vez más sus pies
en jardines de libres óleos.

Sólo miraba adentro y afuera de la ventana
y se sentía inundada y destruida al fin
por el ensueño de jazmines aromáticos.

Fuera de la realidad,
atravesaba el cosmos,
se unía a las estrellas,
soplaba oscuros ángeles,
y danzaba en una melodía sin fin
que se unía y formaba parte
de su suspiro con olor a rosas.

Ella recordaba y derramaba
lágrimas de vidrio
que coloreaban sutilmente su río,
de surrealistas colores.

Sus ojos giraban a su alrededor,
ella podía ver más allá
danzando en los recovecos de su alma,
llorado en calles inundadas de mares
y riendo al fin dentro de sus sueños.

Sonríe, sonríe una vez más,
hada, vuela esta noche,
y no dejes jamás
que te logren atrapar
con sus sucias cadenas.

sábado, 7 de marzo de 2009

Aroma a sueños


Té de mañanas azules
Licor de eternas flores psicodélicas
Que bailan y giran alrededor de la luz de su poesía
Esa luz que nos voltea
Para luego volver a levantarnos
Y dejarnos ciegos
Hasta el último eterno suspiro
Con aroma a sueños
Dentro de una profunda bocanada
De su último cigarrillo recién empezado.

Una vida llena de ilusiones y alusiones cósmicas
Universo de claveles perdidos,
De llaves brillantes,
De salidas distantes y distintas a todo.

Suave caricia del rocío de tu esencia
Ese roció que nos humedece sutilmente los labios
Y se apoya en los cabellos
Como pequeños diamantes
Que resplandecen igual que tus ojos
Frente al amanecer tan esperado en la oscuridad de tu jardín.

Anochecer de nubes violetas
Que se entrelazan y se unen
Mientras la oscuridad comienza a dominar
Sobre las tristes calles de la pálida ciudad.

Y el aroma a sueños…
Otra vez el aroma a sueños
Se lleva a mis ojos volando
Por un cielo de brisas euforicas.

domingo, 1 de marzo de 2009

Gala


Me levanté y me asomé a la pecera. Allí estaba ella, pero con un ojo ciego, me miraba pero sin verme con el ojo blanco, sin pupila. El techo se caía y yo me asustaba pero sin asustarme. Rápidamente la ponía a Gala en un vaso de plástico blanco lleno de agua y daba vueltas por la casa. Las chapas se deformaban cada vez más y ella seguía mirándome, pero sin verme. La luz prendida del baño, la puerta abierta; alguien estaba ahí probablemente lavándose la cara. Pero esto lo digo ahora, que ya me desperté, en ese momento esa luz y esa puerta abierta eran la entrada hacia algo extraño y desconocido, algo que estaba allí dentro indiferente hacia todo lo que ocurría. Hacia las chapas que se deformaban y hacia Gala que seguía con el fantasma en lo profundo de su ojo. El techo al fin dejó de moverse y la calma reinó. Las chapas quedaron entrelazadas, desprendidas de las paredes y de la nada, guardando silencio y mirándome con respeto para que yo pudiera ver tranquila pero con la lágrima en la pestaña a ese ojo hundido y blanco que aún me miraba pero sin verme. Ahí me desperté o no recuerdo más. Sólo bajé a verla y suspiré. Ahí estaba su ojo de plata con su diamante negro y profundo en el centro, me miraba viéndome y su ojo platinado se movía para seguirme y fijarme su mirada en el alma. Allí seguía ella, acostada en las piedras, enferma, como ha estado desde hace un tiempo.

Hasta que un día...su profundo ojo dejo de mirarme...y ella fue libre al fin, para seguir nadando, con sus destellos plateados, en lo mas profundo de mi alma POR SIEMPRE.