jueves, 23 de junio de 2011

Melodía de mar


Primero es una tensión en la cara y ciertas ganas de escupir algo que me avergüenza.
Luego es dolor de panza, como si adentro nadara un pez muy grande y asustado; en seguida siento algo en la garganta, sobre todo al respirar, como si el pez intentara escapar.
Por momentos abro mucho los ojos, o los cierro fuertemente.
El corazón late muy rápidamente...Pero la mente siempre en blanco, vacía. Cada pensamiento molesto o doloroso intenta hablarme, pero no lo escucho. Mi mente trata de ignorar esa preocupación, ya que la considera estúpida, impura, carente de valor o porque no desea verla para no sufrir. A veces pequeñas particulas del pez se escapan por los ojos, nadando dentro de mis lágrimas... Pero no hay nada que detenga al pez que continúa nadando desesperado por todo mi ser, con un gran anhelo de salir y navegar por las cristalinas aguas del río de las palabras, hasta flotar en el hermoso océano de la libertad, allí donde más peces nadan y nadarán felizmente, bajo la luz de aquel sol al que llamamos alma.

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